Ayer pasaron muchas horas juntos. Tal vez más de las que le hubiera gustado a Carmen Barbieri. Federico Bal tiene apenas 20 años, pero un talento que a Moria Casan le interesó de entrada. Por eso lo estuvo buscando. Charló con él largo y tendido en la pileta del Hotel Hermitage donde Fede está parando este verano con sus padres y palabra va, palabra viene, descubrió que el hijo de Santiago Bal es exactamente lo que estaba necesitando para seguir adelante con su proyecto y no dudó en llamar por teléfono al muchacho y en entusiasmarlo con la convocatoria que lo tomó un poco por sorpresa. El tema es que Moria grabó ayer en La Morocha en Mar del Plata, un nuevo sketch para su programa de América, “Si querés reír, reir” y Federico fue quien estuvo detrás de cámara, dandole un toque joven y más actual a la dirección, bromeando sobre los realitys de un “famoso”. Federico estudió en la ORT, es un apasionado del cine, ya trabajó como meritorio junto a Carlos Mentasti para “Papá por un día” y también hizo el fílmico para la revista de su madre. Un joven que crece y aprovecha oportunidades, como la que le dio “la tía” Moria.
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