El regreso a Buenos Aires de Wanda Nara no sólo volvió
a poner en el tapete la historia de la mediática figura en todos los
programas de televisión de la tarde, sino que reavivó un problema
interno en la familia de su marido, el futbolista Maximiliano López.“Ella lo convenció para que no le diera más plata a la familia”, dijo al diario Crónica
un amigo allegado a la familia. Maxi López ya lleva más de cinco años
casado con la mediática que saltó a la fama por medio de su confesión de
ser la primera vedette virgen del mundo artístico y por haber “robado”
una prenda de ropa interior de Diego Maradona de la casa de quien, por aquel año 2007, era su novio, el relacionista público y amigo del astro Alejo Clerici. Sin olvidar su controvertido, y explícito, video hot.López, desde sus comienzos en el fútbol, siempre intentó ser un
sustento de la familia, ya que a sus 15 años su padre, un taxista de
clase media de Capital Federal, falleció. Maxi junto a su hermano Ezequiel se encargaron de hacer todo lo posible para que su madre, María,
no pasara penurias económicas, afortunadamente el delantero comenzó a
tener éxito en el fútbol y el dinero no fue un problema, hasta que
apareció Wanda.“Ella lo convenció para que no le diera más plata a la familia.
Antes le pasaba 15.000 pesos por mes, que no era nada para ellos. Su
viejo murió y su mamá quedó sola. Pero Maxi no le pasa más plata. Ella
es una mujer muy enferma y humilde, vive en un departamento de dos
ambientes cuando podría darle algo más cómodo y grande”, contó un amigo muy allegado a la familia del futbolista.La interna familiar en los López es gigante. El futbolista es el
segundo de cuatro hermanos, entre los que se encuentran Ezequiel, Marcela y Jonathan.
Justamente uno de los primeros indicios que se dieron acerca de esta
interna lo exteriorizó la ex novia del menor de los López, Karina Didari, que dio a conocer el poco cariño que existía en el seno de la familia. “La
familia está peleada con él. Los hermanos están enojados y todavía no
vio a su mamá. Seguramente la vea un rato, pero casi no tiene contacto.
Maxi cambió. Antes era un tipo bondadoso”, confesó la fuente consultada por “Crónica”.La interna es realmente feroz y todos los ojos apuntan a la pequeña
“reina de las botineras", la misma que es idolatrada por sus amigos que
no dejan de resaltar como es la única de las esposas de futbolistas que
ha logrado cristalizar el sueño de cualquier chica que decide formar un
pareja con un deportista y lograr vivir de eso, con el menor talento
posible. “Ella es una vividora, vive de la tarjeta de Maxi. El la conoció en un baile de caño en Sunset y ella lo engatusó”,
resaltó el amigo de la familia, que pidió cuidar su identidad ya que
mantiene una gran amistad con el resto de los hermanos del futbolista. “La madre la entrenó para buscar hombres con guita”, agregó.
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