Hernán Piquín fue protagonista de un nuevo escándalo, esta vez, en un
teatro de Villa del Parque donde se presentó con su “Hernán Piquín es
Freddie”, el viernes por la noche.Su ex pareja y socio, Roberto Mazzoni, se presentó con una escribana,
una abogada y un par de amigos en el teatro para que lo dejaran cumplir
con la función de “socio” que, desde que se peleó con Piquín. denunció
que le impiden seguir cumpliendo.Según los testigos del lugar, en la boletería le negaron a Mazzoni la
información que requería: precios de las entradas y la cantidad de
entradas vendidas.Una vez adentro de la sala, que aún estaba vacía, donde logró
acceder, siempre acompañado de su escribana y abogada, le impidieron con
insultos y agresiones acercarse a Piquín a quien quería entregarle en
la mano la notificación de la audiencia de conciliación que se llevará a
cabo en los próximos días.Tras el escándalo que se vivió en la previa a la obra, Roberto
Mazzoni salió de la sala, compró entradas y volvió a ingresar para ver
la función. Según los testigos, una vez que se sentó en su butaca llegó
la policía para pedirle que se retirara porque había sido denunciado por
provocar disturbios. La abogada y la escribana le explicaron al oficial
lo que estaba sucediendo. Así lograron quedarse a ver la obra.A la salida, Mazzoni se retiró y en el hall del teatro se quedó la
escribana para intentar conseguir la información que le habían negado
cuando llegaron, y para entregarle la cédula judicial a Piquín. En una
maniobra de distracción apareció uno de los socios de Piquín y le dijo a
la escribana que desconocían la calidad de socio de Mazzoni y le aclaró
que no podía recibir la cédula de Piquín. En ese momento aparecieron
las fanáticas de Hernán, rodearon a la escribana, para dejarle libre el
camino a Piquín para que pudiera escapar encapuchado del lugar. La
escribana logró liberarse del grupo de chicas que la mantenían
acorraladas contra la pared, corrió a Hernán, alcanzó el auto que lo
transportaba, se le tiró encima del vehículo y le pegó la notificación
en el parabrisas, al grito de: “Estás notificado Hernán”.
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