Hace dos semanas surgieron los primeros rumores sobre supuestas infidelidades de Leonardo Fariña, para con Karina Jelinek. Si bien la pareja nunca pareció demasiado sólida, ya habían transcurrido dos años y las cosas, aparentemente, estaban bastante bien.Siempre igual los rumores de ruptura y separación estuvieron a la orden
del día, pero ellos se encargaban sistemáticamente de negarlos. Lo
cierto es que el escándalo estalló y a Fariña le aparecieron, al menos, cuatro mujeres que lo acusaron de haber estado con ellas.Al principio Fariña negó y luego se mostró en televisión arrepentido y
pidiendo por el amor de Karina. Pero esa postura le duró poco. Luego que
Karina hiciera declaraciones en el programa de radio de Jorge Rial,
Fariña enloqueció y disparó la célebre frase "que Karina me chupe la pi.." con la que desató la furia de Jelinek.Fariña dejó atrás al marido arrepentido por su infidelidad para acusar a Karina de vaga, de meterse con su familia, de infiel también, y dejando un manto de dudas sobre la relación de Jelinek y su "íntima" amiga, Paz Cornú.Leonardo descubrió que la mejor defensa era un buen ataque y que si la atacaba tal vez, podría quedar mejor parado, que si él fuera el acusado de ser infiel.La estrategia cambió radicalmente y Fariña aprovechó cualquier espacio
para atacar y denostar a Jelinek. Noticieros, programas de chimentos,
magazines, cualquier ciclo sirvió para pegarle a su mujer, que ahora
había caído en desgracia y a la cual le había prometido que "esto va a terminar mal".Fariña decidió pasar del arrepentimiento al odio y al ataque en menos de 24 horas,
la estrategia fue golpear a Karina y dejar atrás las palabras de
arrepentimiento, para empezar una guerra, que parece será muy sangrienta
y dejará más víctimas que las que sus protagonistas creen.
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