Las ficciones locales atraviesan un momento complejo. En los
últimos años, muchas de ellas no lograron conquistar al grueso de los
televidentes, dando lugar a niveles de audiencia que resultan insuficientes
a la hora de contrarrestar las grandes inversiones que se necesitan para
hacerlas. Por si esto fuera poco, "latas" compradas del exterior, como
Las mil y una noches y Avenida Brasil, realizaron el camino
contrario, con gran repercusión, ocupando el prime time de los canales líderes y
con registros de más de 20 puntos de rating. Sin embargo, la ficción argentina sigue siendo muy requerida en el
exterior. Un gran ejemplo es el de Esperanza Mía. Con solo
meses en el aire de nuestra televisión (aunque
vale aclarar que con un rating más que aceptable en este caso), la ficción que
protagoniza Lali Espósito ya fue comprada en Indonesia, Vietnam e
Israel. El realizador de ficciones Enrique Estevanez es otro de los arquetipos
de este suceso. "Mi estilo es internacional, el 90% de las novelas que hice
se vendieron en el exterior. Dulce amor se vendió a Rusia, Medio Oriente
y Chile. Con Camino al amor, TV Azteca le ganó el prime time a Televisa
por primera vez en la historia. Acabo de venir de España y a mi hijo Sebastián
lo reconocen por la calle por las novelas que hacemos", explicó en
declaraciones a un matutino. Graduados, Sos mi vida, Aliados y Ciega a
citas son solo algunas de otras ficciones argentinas que conquistaron al
público en el exterior.
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