Un
gran revuelo se desató dentro de la casa de Gran Hermano
ante los gritos de un amigo de Francisco que se escucharon en el jardín.Mariano cuestionó que no se respete el aislamiento que exige el juego y la
producción debió tomar cartas en el asunto.Gran Hermano les recordó a los chicos que cada vez que se escuchen
gritos del exterior en el jardín, todos deben ingresar inmediatamente a la casa
o correrán riesgo de ser sancionados.Eso ocurrió con Francisco. El participante obtuvo dos tarjetas
amarillas por abrir la puerta del jardín mientras su amigo estaba intentando
comunicarse con él.
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