Antes de confirmar
que esperaban su segundo hijo, Luisana Lopilato y Michael Bublé
vivieron un difícil momento: Noah, su primer hijo, sufrió un
accidente doméstico y tuvo que ser operado. Semanas después se animó a
hablar de las sensaciones que atravesó en esos días."Me pregunto muchas veces por qué pasó esto, pero fue inevitable. Se
trepó en un segundo a la mesada y yo estaba al lado de él, y se tiró agua
caliente", contó Lopilato a la revista Luz.Por ese accidente, Noah estuvo internado en el Hospital Alemán, e incluso
fue intervenido quirúrgicamente. "En un momento los médicos me decían que
había que hacerle injerto, pero gracias a Dios fue cicatrizando de a poco. Por
mucho tiempo tiene que usar bandas elásticas que aprieten para que no le queden
marcas", explicó: "Tengo que hacerle curaciones y sufro porque le duele y se
queja"."Intento estar bien siempre. Soy bastante positiva y tengo esperanza de que
va a estar todo bien", agregó sobre su actitud frente a lo que pasó: "Por el
accidente que tuvo Noah, estuvo internado en el hospital donde compartía el piso
con niños con enfermedades terminales y me preguntaba: '¿Cómo hacen estos padres
para levantarse todos los días y respirar?'. Trato de no pensar en eso, creo
que en esos momentos uno saca la fuerza de algún lado".
Además, en la nota comentó que le cuesta separarse de Noah. "Si me despego
unas horas de mi hijo, le dejo toda su rutina armada", reveló: "Me fui por
primera vez después de dos años a hacer una campaña a Brasil y lo dejé con mi
mamá. Me quise morir, la pasé muy mal. Espero poder relajarme con el
próximo".
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