Si bien primero lo sospechó y luego lo corroboró con un ADN que hizo de manera casi clandestina, recién ahora, con la Justicia de por medio,
Ariel Diwan sabe que el niño que reconoció junto a
Gisela Bernal no es su hijo biológico. Y no es poco, porque lo ama. Por eso ayer no hubo ninguna declaración intempestiva, ningún anticipó de lo que pasará o dejará de pasar, porque recién cuando el empresario se reuna con su abogada,
Ana Rosenfeld, verá cómo seguirá su acción con relación a este tema tan doloroso.Mientras tanto,
Gisela Bernal reclama alimentos a través de su abogado y todo había quedado frenado hasta saber este resultado que unirá a las partes el viernes en una audiencia a las 14.30 horas. Hay un daño moral real, hay un niño con una identidad que no le corresponde, con un padre real que puede ser o no ser
Francisco Delgado u otra persona, hay un futuro para ese niño que vive en una casa muy costosa y cara de mantener. Hay mucho por discutir y el asunto no es sencillo.
Ahora, con el ADN en mano, la Justicia tiene mucho para entender y decidir.
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