El martes pasado en Honduras y Gurruchaga, a una cuadra de la plaza Cortázar, en Palermo Soho, se la vio a Coki Ramírez en una situación ridícula.El trapito de los autos del lugar se enojó mucho con Coki, quien acompañada por una amiga, hizo el amago de que salía con su auto, justo cuando un nigeriano se le acercaba para venderle unos relojes de imitación.La cordobesa se entusiasmó mucho y empezó a elegir modelos, tomándose todo el tiempo del mundo como si fuera una joyería. Se acerca un policía porque ya había 2 autos esperando para estacionar en el lugar y ella, nada, seguía eligiendo.Le pidió cambio de $100 al ¡trapiiito! Y él le dice: “Dale, reina, pagame el estacionamiento que ya perdí de estacionar 2 autos”. La ex enamorada de Tinelli no sólo compraba relojes truchos, delante del policía, sino que se puso a hablar por celular y no le pagó al trapito.
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