La tristeza de Catherine Fulop por el destino de su programa

El programa empezó el 2 de agosto por la pantalla de Telefe. Arrancó con un promedio de 16.5, un buen número, pero no demasiado, porque venía del rating que le dejaba "Graduados", que había promediado 23.8."¿Quién quiere casarse con mi hijo?", el reality que conduce Catherine Fulop, y que trata sobre cinco hombres en busca de un esposa, nunca terminó de ser redondo. Cada emisión bajaba un poco más el rating, además de competir directamente con "Showmatch", con el desgaste que significa eso.Lo empezaron a emitir dos veces por semana, pero el rating de la semana pasada, y en especial el de ayer jueves 12.4, prendieron las luces amarillas de alerta en Telefe.Además, la producción de "Dulce amor", uno de los grandes éxitos del canal, también estaría molesta con el bajo piso que le deja el programa de Fulop: "No les alcanza con mandarnos cada vez más tarde, que ahora también dos veces por semana nos dejan 10 puntos para levantar, una falta de respeto". Esto dijo un productor muy importante de la novela más exitosa de la televisión.Catherine por ahora no recibió ninguna comunicación, pero ya habría expresado su preocupación por los números de rating, y habría pedido una reunión con Tomás Yankelevich.Por el lado del canal, tienen decidido dejar que termine el mes de agosto y si el tema sigue así, cambiar el programa de día y horario, y acelerar su finalización. No quieren que el ciclo les "hunda" la noche que tan bien mide.Fulop no tiene la mejor relación con el canal: ya quedó ofendida cuando no le renovaron el contrato, a pesar del éxito de "Talento Argentino", y después a comienzos de este año grabó un programa que nunca salió al aire, "Todo por amor", que le llevó seis meses de trabajo y que nunca fue emitido.En este caso ella quiere pelear su lugar y quiere mantener los días de su programa. Catherine es una gran profesional, pero el canal decidió que si los números no mejoran, el mes que viene tomarán una decisión sobre la continuidad del ciclo, que ya terminó de grabarse.