Ante todo gracias a ustedes por el respetuoso silencio. No es fácil para nadie vivir en este caótico milenio de cambios constantes donde todo se mueve y ninguna hasta las definiciones más básicas cambian, el concepto de familia por ejemplo, y encima cuando algo profundo te pasa y te rompe estructuras lidiar con los sentimientos más profundos, cuidar a lo más preciado que tenés alrededor que son tus hijos y encima tener que lidiar por razones obvias con lo PÚBLICO.Soy periodista y lo elegí así que no me quejo, sólo pido como hizo mi marido en pocas líneas respeto. Básicamente porque ninguno de los dos llegó a su vida profesional usando el escándalo y lo mediático como modo de ascenso. Somos ambos trabajadores pero ante todo somos padres de una familia hermosa que en este momento está atravesando una crisis. Con todo el dolor pero también con toda la oportunidad que la palabra en sí misma contiene. Porque claramente cuando esto termine cada uno de los Santilli Pazos desde Papá con sus 46 hasta Tonio con sus apenas36 meses (3 años) habremos cambiado y estamos poniendo lo mejor de nosotros para que ese cambio sea para bien.Soy hija de padres separados desde los 10. No me quejo se casaron cuando tenían 18 y 19 y no fue para nadie fácil la vida. Hicieron lo mejor que pudieron y estoy orgullosa de ellos.Pero no quiero para mis hijos la misma marca. Sólo quienes la pasamos podemos entender. Tampoco se puede hacer magia. Pero sí lucharla y pelearla. Y a veces las mejores batallas son las ghandianas. Así que el silencio y el respeto es ante todo lo que nos unirá hoy más que nunca.Escribo este texto en mi nombre y apelando ante todo a la buena fe de amigos y básicamente de colegas que son quienes hoy más daño pueden provocar en seres humanos que no tienen la culpa de ser hijos de porque aún ninguno de los tres ha llegado siquiera a la adolescencia..."
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