Cualquier excusa es buena para ver a Lali Espósito y Mariano
Martínez besarse en la ficción.En el capítulo de mañana de
“Esperanza mía”, el destino parece estar escrito: Tomás
(Martínez) está a un paso de ser ordenado obispo, algo con lo
que soñó desde que era un seminarista.Pero la aparición de Esperanza
(Lali) cambió sus planes e hizo tambalear la estructura que
tenía armada para toda su vida. Sin embargo, todo el trabajo solidario realizado
y su gran entrega diaria pesaron más que sus dudas existenciales y la curia
contempló su postulación al obispado.Con la batalla prácticamente perdida,
Esperanza decide jugar su última carta: en un acto impulsivo –y a horas del gran
acontecimiento clerical- la joven besará al cura apasionadamente, a modo de
despedida. Se va o no se va el cura?.
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