“Con lo justo”

Bajo la conducción de Iván de Pineda y ateniéndose de manera rígida al formato original, Pasapalabra llegó a la pantalla de El Trece, para sumar de esta manera un nuevo ciclo de entretenimientos en la pantalla veraniega.Un conductor, dos grupos de participantes que responden preguntas y un pozo final en pesos funcionan como los principales ingredientes de un ciclo cuyo formato original proviene de España y existe desde hace más de una década en ese país.En Pasapalabra, la palabra funciona precisamente como el eje principal en donde se desarrolla el programa. Diversos juegos tienen el objetivo de que cada grupo acumule segundos, en pos de un objetivo: contar con tiempo para utilizar la gran ronda final, denominada El Rosco.Iván de Pineda, en su rol de conductor, funciona como un intermediario entre ambos grupos de participantes, y se muestra ‘compinche’ con ellos, ayudándolos en diversos casos en los cuáles éstos no encontraban la respuesta a una pregunta en particular. Durante el primer programa del ciclo, instauró un latiguillo (‘Ahí está’) y dirigió a los equipos, pero no logró definir del todo un sello único en su estilo de conducción, quizá debiendo ejercer la tarea de descontracturar un formato que cuenta con reglas fijas y establecidas.Los famosos invitados no terminan de cumplir un papel concreto, aunque sí atinan a dejar su marca en la emisión en la que participan. Así, su inclusión resulta difusa, y no del todo clara, ubicándose en un intermedio entre ciclos como Los 8 escalones, en donde otorgan su saber como materia prima, y Como anillo al dedo, en donde son exclusivos protagonistas. Claro está, que el perfil de cada una de las figuras invitadas, definirá el rumbo de las futuras entregas.De esta manera debutó Pasapalabra, que con el correr de los días descubrirá si deberá tomar un rumbo un tanto más relajado y desarticulado, o si, por el contrario, el público elige el ciclo tal cuál se lo vio en su estreno.