Vestida de azul y del brazo de Alfonso Díez, así reapareció la duquesa de Alba, el sábado, en el Real Club Pineda de Sevilla.Nadie esperaba que, tras meses en los que se habló de su delicado
estado de salud y su limitada movilidad, Cayetana de Alba se presentara
en la competición hípica en la que participaba también su hijo, Cayetano
Martínez de Irujo. Sentada en una mesa y con sus inseparables gafas de
sol, la duquesa estuvo atendida, en todo momento, por su marido, que no
se separó de ella.La duquesa vivió un verano menos movido que en otras ocasiones, ya
que sólo pasó unos días en San Sebastián, regresando a Sevilla el 4 de
agosto y permaneciendo en el Palacio de Dueñas la mayor parte del mes.
Sin embargo, se desplazó brevemente a Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, para
observar qué tal iba la restauración de la casa de pueblo que había
comprado Alfonso Díez
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