lunes, 27 de marzo de 2017

Silvio Soldán cumple 82 años: "Jamás tomé Viagra porque funciono muy bien, no me hace falta"

"Soy un tipo un poco raro, te darás cuenta", dirá Silvio Soldán en un tramo del reportaje con Teleshow. Y más que raro, quizás la definición sería especial. Porque no todos alcanzaremos los 82 años, como el ex conductor de Feliz Domingo y Grandes valores del tango, entre muchos envíos emblemáticos, está cumpliendo este 26 de marzo.Además Soldán mantiene una vigencia digna de ser destacada. Además de conducir Volver pregunta, que en unos meses regresará a la pantalla chica, se pone al frente de eventos privados donde recrea aquellos programas que lo hicieron famoso. ¡Y hay más! Sigue apostando al amor -que no tiene edad, claro-, aunque en esta oportunidad sin convivencia.Por todo eso tan particular, ¿se considera "raro"? No, más bien por la manera en la cual aborda esta fecha. "Ya dejé de lado el cumpleaños -confía Silvio-. Hace unos años decidí no festejarlo más por cosas que pasaron en mi vida: la muerte de mi padre, la internación de mi madre… Todo eso produce que uno deje de tener ganas de festejar determinadas cosas. Y el cumpleaños no es ningún privilegio: no es algo que se ha ganado uno. Años cumplimos todos…".
 ¿Pero este domingo no habrá nada especial?
—No, en absoluto. En una época sí lo festejaba, y con mucha alegría por cierto. Pero después, cuando la vida te va dando algunos golpes, uno deja ciertas cosas… La muerte de mi padre fue fundamental. Y mi madre, que tiene 102 años y está en un geriátrico. Está bien, gracias a Dios, y va perfectamente para los 103, pero de cualquier manera está privada de estar con todos. Así que no… He decidido no festejarlo. Mucha gente me va a llamar, como ocurre todos los años, cosa que lo voy a agradecer. Y nada más.
 Pero recibirá regalos…
—Soy muy poco afecto a los regalos. Es más, cuando hacía alguna fiesta prohibía terminantemente que me hicieran regalos. Soy un tipo un poco raro, te darás cuenta (ríe). No, ¡qué sé yo! No me gustan esas cosas.
—Pero más allá de que no quiera celebrarlo, no es un día más. Por ejemplo, ¿no le provoca hacer un balance?
—El balance lo hago permanentemente. Y es absolutamente positivo en lo que se refiere a mi vida laboral. Mi vida personal… bueno, la cosa no esta positiva, por supuesto.
—Respecto al trabajo, sigue vigente.
—Gracias a Dios, sí. Hoy tengo un evento. ¡El día de mi cumpleaños! Siempre trato de trabajar ese día para evitar que traten de convencerme de festejarlo. A veces, cuando voy a trabajar, saben que es mi cumpleaños y me lo festejan.
—En esos eventos privados, ¿sigue recreando las emisiones de "Feliz Domingo"?
—Sí, hago eso, también espectáculos de tango.
—¿Y hay saltito, con el "Cofre de la felicidad"?
—¡Absolutamente!
—Hay que saltar como hace treinta años, teniendo ahora 82…
—Pero nadie se da cuenta. Saben que los tengo, ¡pero los disimulo bien!
 ¿Y cuál es su secreto?
—No hay secretos. Trato de mirar la vida de una manera optimista, aunque no se festejen los cumpleaños. Soy un tipo muy optimista. Voy siempre para adelante.
—Seguir trabajando es clave.
—El día que dejás de trabajar empezás a morir un poco. O del todo… Nunca se me cruzó por la cabeza dejar de trabajar. Lo haré hasta que me muera. Si un día veo que no estoy en condiciones, no voy a hacer papelones y me retiraré. Pero mientras esté bien, como ahora, voy a seguir para adelante.

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