Como pocas veces hace, el periodista Nelson Castro
abrió las puertas de su casa y de su intimidad para revelar a las
audiencias algunos de sus detalles más íntimos. En una entrevista
otorgada a la revista Caras, contó de todo: el desarrollo de su
profesión; su amor por el arte y la música; el vínculo con sus padres;
sus historias de amor y mucho más. Aunque trabaja 15
horas por día, lo que lo cataloga como un "workaholic", el periodista
reconoce que "el trabajo es una fuente de energía" que lo ayuda a hacer
otras cosas que le gustan, como por ejemplo tocar el piano, pasión que
relegó cuando tenía 18 años y debió decidir el rumbo profesional que
tomaría su vida."Estuve a punto de desarrollar una carrera en la música. A los 18
años tuve la oportunidad de ingresar al Teatro Colón para estudiar
dirección de orquesta, pero me exigía una carga de tiempo que me hacía
imposible desarrollar mis otras profesiones, como el periodismo y la
medicina. La música quedó para algo amateur, pero la realizo con mucho
rigor y placer. ¡Y ahora retomé la inquietud de estudiar dirección de
orquesta!", contó Castro, y agregó que practica todos los días una hora.
Además agregó que le gustaría aprender a tocar el violín. Respecto
de su otra carrera formal, la neurología, Nelson contó que debió dejar
de ejercer a los 38 años porque sus dos profesiones le resultaban
incompatibles. Según explicó, la visibilidad pública que conlleva su
trabajo como periodista dificultaba su labor como médico, dado que
contaba con muchos pacientes que se acercaban a consultarlo más por su
estatus de "famoso" que por su reconocimiento médico.En un rasgo más profundo, que pocos le conocen, el periodista quiso
agradecer especialmente a sus padres Nelson Manuel y Elsa, quienes
debieron luchar mucho con un inconveniente de salud que tuvo apenas
nació. "Mi cara tiene cicatrices que son producto de un cuadro muy
severo que padecí a los quince días de haber nacido. Tuve erisipela
gangrenosa, inadecuadamente tratada, y eso originó una necesidad de
quita de tejidos muy fuerte que puso en riesgo mi vida. A esa edad,
estuve quince o veinte días en coma. Me hicieron siete operaciones,
desde el mes de vida hasta los catorce años", contó emocionado. Para
terminar, Castro aseguró que le hubiese gustado mucho formar su propia
familia y tener hijos, pero que fue algo que no se dio. "Tuve grandes
amores, tengo lindos recuerdos. "Hubo un rumor de que era homosexual.
Por supuesto que si fuera así no tendría problema en admitirlo",
concluyó el célebre periodista.
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