Guido Süller denunció las desagradables costumbres del Ergün Demir cuando compartieron escenario en el teatro en
Las Grutas. "Tenía olor fétido. Se cambiaba el calzoncillo cada 15
días, eructaba, se tiraba gases y dejaba las toallas amontonadas", dijo entre otras cosas sobre el actor turco."La
verdad es que es un desastre. La culpa la tiene Tinelli porque lo quiso
vender como estrella internacional, algo que no es. Y también tiene
culpa por querer sostener una imagen de actor internacional o de
estrella, que no lo fue, no lo es ni lo será nunca. Es simplemente un
actor de reparto de una novela. La novela tuvo éxito, no él. Nada más.
Todo eso lo obligo a ser un mitómano serial porque realmente todas son
mentiras, no sé si nos subestimaba porque nos mentía en la cara y se la
seguíamos porque es una convivencia esto de hacer temporada", aseguró Guido en Intrusos. El hermano de Silvia agregó: "Me
molestaba su higiene personal. No lo podía tolerar. Ni yo ni nadie,
pero nadie ¿eh? Porque las escenas que hacía con Adriana Brodsky, en las
que él la tenía que agarrar porque hacía de novio, Adriana salía con
arcadas. Yo le ponía perfume en la nariz para que no vomite del olor
sobre todo a transpiración. Pero era un olor ácido, fétido. Una cosa
imposible."Süller
continuó detallando la asquerosa experiencia que vivió cuando
estuvieron presentándose en el auditorio del Casino de Las Grutas: "Yo
compartía camarín con él, no se cambio el calzoncillo durante 15 días
porque le veía que tenia siempre el mismo. Me daba cuenta de que no es
que tenía dos o tres: era el mismo. Yo me descomponía, era como que me
bajaba la presión y me tenía que cambiar del lado de afuera. Me
desnudaba en el pasillo. No podía respirar porque te vas
descomponiendo.""En el hotel también se quejaron cuando entraron a la habitación
después de 18 días que él no permitía que ingresen, se encontraron ocho
toallas fétidas, húmedas y podridas. Largando olor nauseabundo. Acusó a
las mucamas de robo. Muy muy conflictivo. Se tiraba gases fuertes. El
día que lo conocí se tiró tantos gases que me tuve que ir del cuarto
porque sentía que me moría. Además sentía vergüenza ajena porque dije
'somos dos. Yo no fui. Tuvo que haber sido él'."Esto no sólo se daba en el ámbito privado, sino también en la obra "El turco es un travieso":"Decía
que era turco y en escena eructaba hasta que le dijeron que no y
después antes de salir al escenario se tiraba gases y decía eso 'bueno,
soy turco'. Si, 'sos turco pero estás en Argentina y acá no hacemos eso'
por lo menos las personas educadas no hacemos eso."Pero más que travieso, según Guido:
"Es terrible el turco. Yo nunca conocí una persona así. No lo puedo
creer. He conocido gente, pero nunca viví una cosa tan extrema. Durante
toda la temporada gastó doscientos pesos. Ahí se nota el nivel de avaro
y extremadamente tacaño que es".
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