A pesar de lucir radiante con su vestido plateado, la venezolana cometió
numerosos furcios en sus intervenciones, sobre todo cuando se puso a leer los
carteles del público con los nombres de los pueblos y ciudades. Así, se equivocó
con Granadero Baigorria (dijo “Ganadero Baigorría) o Coronda, por nombrar
algunos.Pero uno de los momentos más tensos fue cuando, en un diálogo con
Buenaventura en la larga previa del show de Maná, se despachó con un “los
cordobeses son muy, muy groseros”, frase que provocó una reprobación
generalizada del anfiteatro. Si quiso hacer un chiste, se ve que cayó muy
mal.Incluso, Cacho la incomodó más al preguntarle qué amigos cordobeses tenía, e
incluyó una broma con el Negro Álvarez. Luego, el humorista “remó” la situación
y ayudó a Cathy para salir del mal paso.
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