Durante los ochenta y los noventa, Mónica Guido era una de las vedettes más buscadas y dueña de un cuerpo escultural. Hoy su presente está muy lejos de su época dorada. Guido ganó popularidad con "Bigada cola" y se consagró como ícono sexual
de los `90 luego de trabajar junto a Jorge Porcel y a Guillermo
Francella. Su tapa en la revista Plaboy fue de las más vendidas y era
indiscutida su figura. Su última aparición pública fue en 2005 donde grabó una serie de
capítulos en "Casados con hijos" nuevamente con Francella, luego
desapareció sin dejar rastro. A los 54 años, Mónica fue encontrada por los medios y se la ve demacrada, débil y con un presente muy complicado. Según cuenta la revista Pronto, la ex vedette sufre una tendinitis en
sus hombros por lo que fue operada sin éxito. "No puedo ni limpiar, ni
hacer la cama y manejar", contó y agregó que tuvo que rechazar una
propuesta de trabajo porque "tiene las nalgas hechas un colador". "Vivo de vender ropa en cabarets, restaurants o donde sea. Vivo con los
justo", se sinceró y detalló que debe aplicarle inyecciones a diario
para apalear el dolor. Y aunque su médico le aconsejó que pidiera una
pensión por invalidez nunca se encargó de gestionarla. "Nunca pedí ayuda
a a Asociación Argentina de Actores ni al nada a nivel gubernamental.
Vivo austeramente", finalizó.
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