Seguro que no ganará el premio a la idea más revolucionaria, pero quién puede
hoy levantar esa copa. Los "chimentos enigmáticos", con un emisor creando
intriga por eternos minutos de aire, se convirtieron en el último recurso fácil
para hacer un programa. El diario de Mariana,
Infama, AM e incluso el
recién aterrizado Nosotros al mediodía, a la moda
rasca.La dinámica es sencilla: se plantea una incógnita, que puede ser una noticia,
un chisme, una foto o un video, siempre con un famoso incluído, y por medio de
pistas se alienta a que entre todos (público en Twitter, sobre todo) descifren
quién es el protagonista de la adivinanza. Después de idas y vueltas a su idea
inicial, El diario de Mariana hizo de este juego "la
novedad" de su propuesta televisiva de hoy. Más soluciones baratas para nuestra
tele.Infama fue por el mismo "hallazgo" y el lunes
convirtió una filmación inofensiva de Lizy Tagliani, "la chica del momento", en
el centro de su programa. El rating minuto a minuto reaccionó y las pistas que
fue dando Santiago Del Moro en todo el programa, creando intriga en el aire,
llevaron a que el ciclo registre 7.1 puntos, la medición más alta de su último
mes. El mérito es de Del Moro, capaz a esta altura de convertir agua en vino en
una pantalla donde lo bueno y barato, es doblemente bueno.AM también ha hecho lo propio y "las bombas" de
Rodrigo Lussich buscan generar misterio con los chismes sobre famosos y
aspirantes a serlo: "yo no miento, exagero", dice, reconoce. Incluso su ahora
competidor directo Nosotros al mediodía, en su
búsqueda por encontrar contenidos rendidores, tuvo un segmento similar que en
una emisión tuvo debut y despedida.Esta es la vedette de la temporada. La que gana en su búsqueda de la
interactividad con el público, a un tuit de distancia y se convierte en un
elogio a la simpleza. De lo sencillo y limpio a lo plano y abusivo hay un paso.
Los chimentos enigmáticos son el último grito en los
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